sábado, 28 de febrero de 2009

Mi primer post.


Hola a todos.

Hoy comienzo a publicar mi diario. Como mis dedos son muy pequeños, le he pedido a mis papás Lau y Mano que escriban por mi. Ahora mismo yo dicto, mientras papi escribe.

Me he decidido a crear mi primer blog porque me han dicho que tengo muchos fans. Así que aqui me pongo a contar mi historia.

Por muchos motivos no hablaré de mi vida antes de que me adoptaran mis papás, solo os diré que un accidente me marcó un brazo, ahora tengo una cicatriz en el sobaco de mi pata delantera derecha, pero apenas se nota.

Recuerdo que un día, estaba yo tranquilita, jugando con otros gatitos, en un centro de acogida de Anaa donde había ido a parar, cosas de la vida, cuando por la puerta entraron dos seres humanos. Yo me fije enseguida en ellos. Aunque la chica miraba a otro gato, yo me acerqué al chico. Parece que le gusté, porque también se quedó conmigo. Así que, ya sabeís que los chicos de los centros de acogida somos muy listos, me hice la linda con el. Funcionó!!

La encargada del centro se confundió conmigo, y es que habia un gato mayor que yo en el mismo lugar, pero en otra sala. Se llamaba Fulanito el gato. Y la chica les dijo que yo era fulanito, !habrase visto¡ !que una es muy femenina¡. En fin, lo que importa es que me llevaron a su casa, aunque el chico insistía en llamarme Homer, que es el nombre que había elegido para mi. Fuimos a su casa en el coche de el chico, yo iba muy nerviosa, asustada, aunque ya creía que había elegido bien.

Llegamos a su casa y allí me puse a investigar. Me encanta fisgar, meterme en todas partes. Por eso imaginaos, un sitio nuevo, lleno de escondites, de lugares oscuros donde esconderme. Los primeros días me lo pasé pipa. Además, mis papís eran muy cariñosos. El caso es que, como era gata, empecé a tener el celo. Eso desconcertó mucho a mis papis, ya que se pensaban que era Homer, pero me daba igual, porque me daban cariño y comida. Pero claro, en cuanto empecé a maullar, a estar eléctrica, bueno, los que tengaís gata ya sabreís, comenzaron a sospechar que no era Homer sino Marge :P

Así que llamaron al centro de nuevo, donde aclararon la situación. Mi nombre era Angie y no, no era un gato, sino una preciosa y coqueta gatita. Por suerte mi verdadero nombre les gustaba, así que no tuve que volverme loca escuchando ni Homer ni cualquier otra cosa.

Soy Angie.

Espero que os guste mi vida, en el próximo os cuento algo más. Podeís dejarme comentarios mientras :D

Besos gatunos y saludos ronroneantes a todos.